Desarrollo natural del pie
El calzado barefoot permite que los pies de los niños se desarrollen de forma natural, ya que no limita el movimiento de los dedos ni la flexibilidad del pie. Esto promueve una forma y función más saludable del pie, favoreciendo una alineación adecuada de los huesos y las articulaciones.

Fortalecimiento de los músculos del pie y arco adecuado
El caminar sin el soporte de un calzado rígido estimula a los músculos del pie para que trabajen de forma activa. Esto ayuda a fortalecer los músculos y tendones del pie, lo que contribuye a una mejor postura y estabilidad general al caminar, correr o jugar. También permite la formación natural del arco plantar, soporte y amortiguador del cuerpo.

Mejora de la propiocepción
La propiocepción es la capacidad del cuerpo de percibir su posición y movimiento en el espacio. Usar calzado barefoot es lo más parecido a tener contacto directo del pie con el suelo, lo que mejora la percepción del terreno y la capacidad de adaptarse a diferentes superficies. Esto es fundamental para el desarrollo motor y la coordinación, además de reducir el riezgo de lesiones.

Mayor flexibilidad y movilidad
Los zapatos barefoot son más flexibles y menos restrictivos que los zapatos tradicionales, lo que permite un rango de movimiento más amplio. Esto puede ser especialmente beneficioso para los niños en etapas tempranas de desarrollo motriz, ya que les permite moverse de forma más libre y natural.

Fomento de la salud postural
Partiendo de la base de un pie más saludable, con huesos alineados y músculos fuertes, todo el cuerpo se desarrolla de forma ordenada. Esto suele resultar en una postura más adecuada. 

Estimulación sensorial
Caminar descalzo o con un calzado barefoot estimula los sentidos de los pies, que son altamente sensibles. El contacto directo con diferentes texturas y superficies fomenta el desarrollo sensorial, que es importante para el aprendizaje y la exploración del entorno.